Con profundo dolor nos hemos enterado del fallecimiento de una gran mujer, Danielle Mitterand, la primera Dama francesa que fue conocida mundialmente por ser una activista incansable a favor de los derechos humanos, hasta el último día de su consecuente vida.
Como autoconvocados y autoconvocadas de la Asamblea de Santiago nos sumamos a este sentimiento de agradecimiento y recordamos su defensa permanente por los derechos humanos, cuando en nuestro país los tiempos eran difíciles, había persecución, tortura, fusilamiento y desaparecimiento de víctimas de la dictadura.
Justamente en estos momentos de gran tensión nacional por el homenaje realizado a un torturador, como Krassnoff Marchencko, en el Club Providencia y viendo como algunos personeros hacen apología de la violencia en Chile, es más necesario que nunca valorar a personas como Danielle Mitterand, quien dio voz a los sin voz en muchos rincones donde el sufrimiento de víctimas acalladas por regímenes totalitarios y dictaduras hacía de la denuncia una demanda urgente y vital.
¡Simplemente, gracias, Danielle!
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